¿Qué deja el kirchnerismo en materia laboral ?
Reportaje de Damián Toschi, Luis Rapoport, Guillermo Yanco y Guillermo Ariza en el programa VIEJOS VINAGRES por Radio Ciudad, AM 1110 (2-5-2015)
- Fecha: 2 de mayo de 2015
- Programa: Viejos Vinagres
- Radio: Radio Ciudad AM 1110
Periodista: … de la Universidad de Buenos Aires y director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo. Profesor, buenas tardes ¿cómo le va? Damian Toschi, lo saluda, junto a mí, Guillermo Yanco y Guillermo Ariza y Luis Rappoport. Buenas tardes.
Javier Lindenboim: Buenas tardes, cómo están ustedes…
Periodista: Gracias ¿eh? y gracias por su tiempo.
Javier Lindenboim: No, por favor.
Periodista: Profesor, estamos a poco tiempo, unos meses nomás, de que el Kirchnerismo en tanto proyecto político, cambie. No sé si desde el gobierno, pero sí cambie, no va a estar Cristina Fernández en la Casa Rosada desde diciembre y mi pregunta es ¿qué le deja el Kirchnerismo al próximo gobierno en materia de empleo? pensando en esto que veníamos charlando aquí con los integrantes de la mesa, el estado como principal generador de empleo.
Javier Lindenboim: A ver, por un lado yo no diría que, lo más importante que queda es, esta peculiaridad respecto de cómo está compuesta la demanda laboral en este momento. Me parece que el balance que yo haría de toda esta larga década es, primero un fuerte impulso al volumen de la masa laboral, cosa que ocurrió en los primeros años de este período y lo que también en ese primer lapso, una fuerte disminución, del así llamado empleo en negro. Todo esto es, para algunos historia conocida, para otros ya, de un pasado bastante lejano, pero es una parte de la historia de este período, que me parece, uno no debiera dejarla de lado. Ahora lo que sí es cierto, si no entiendo mal la preocupación que está planteada en la pregunta, es que hace ya un tiempo no pequeño, yo diría dos, tres, cuatro años quizás, en donde punto uno, esa buena dinámica de absorción laboral prácticamente desapareció. Segundo, el llamado empleo privado protegido o también conocido como empleo en blanco del sector privado, está esencialmente estancado no literalmente, pero casi y hay una absorción de empleo en algunas actividades y en el sector estatal. Yo diría en el sector estatal y en actividades de cuenta propia.
Periodista: Javier, Luis habla, Luis Rappoport ¿cómo te va?
Javier Lindenboim: Bien ¿cómo te va Luis?
Periodista: Bien, un placer que estés con nosotros.
Javier Lindenboim: No, por favor.
Periodista ¿Cómo ves la situación salarial, en el último año o en los últimos dos años, y qué visión tenés del proceso de negociación paritaria que se está viviendo en este momento?
Javier Lindenboim: Dos cosas, en primer lugar, tener posibilidades en la Argentina de 2015, de hacer una reflexión basada en información certera, sobre la mayor parte de los hechos económicos sociales, es algo casi una osadía, por el enorme impacto negativo que, sobre las estadísticas públicas ha tenido la acción oficial. Yo creo que, no específicamente o solamente, sobre el mercado de trabajo el balance que debe hacerse de este período, incluye este aspecto que no es menor. Entre otras cosas, no tanto o no solo porque, a alguien como a mí, le hacen esta pregunta y tiene que hacer esta explicación primero para decir, sabemos poco, para poder responder con certidumbre, pero básicamente a quien no le sirve es al conjunto de la sociedad, al conjunto de los actores económicos y en particular, no se entiende cómo se gestiona el estado sin estadísticas públicas, confiables, oportunas, etc. Dicho esto, la dificultosa reconstrucción de la información, nos hace decir que también en los últimos dos años, junto con este estancamiento en la demanda laboral, la capacidad de compra del salario, ya no solo se estancó sino que ha empezado a retroceder o como suele decirse, a perder la carrera con respecto a la inflación, aunque como es sabido, nada es homogéneo, es decir, la situación del sector del trabajo incluye matices diferenciales importantes, hay efectivamente gremios que le han podido arañar algún punto, al promedio inflacionario, de manera ostensible o de manera subterránea en los arreglos salariales, pero, para abonar lo que decía hace un momento sobre las estadísticas, los oyentes de ustedes deben saber que las estadísticas oficiales del INDEC dicen, que el año pasado el empleo en negro aumentó en promedio, el salario, de cada uno de sus integrantes en un 40%.
Periodista: ¿En negro?
Javier Lindenboim:¡En negro! Es decir el doble casi, que, el índice de precios del INDEC, con lo cual los trabajadores en negro tendrían que estar saltando, no en una pata sino en varias patas si las tuvieran. Un incremento, dice la Encuesta Permanente de Hogares, superior al incremento logrado por, el promedio de los trabajadores protegidos y por supuesto aun mayor que, el promedio de los trabajadores estatales. Por lo tanto, tener la posibilidad de decir que ha pasado con el conjunto de los salarios es extremadamente arriesgado, para hacerlo con solvencia.
Periodista: Javier Lindenboim, Guillermo Yanco le habla.
Javier Lindenboim: Hola ¿qué tal, cómo está Yanco?
Periodista: ¿Cómo le va? Para mi pobre cabecita lo que usted dice, me produce un gran estruendo, porque, usted dice que el gobierno da cuenta de que hubo un aumento del salario en negro, pero el gobierno no puede dar cuenta de la cantidad de pobres de la Argentina. No entiendo…
Javier Lindenboim: Sí, claro, es que es difícil de entender. A ver, el estruendo yo lo traduciría de esta manera, qué tontos los funcionarios que tiene a su cargo estos temas que, truchando las estadísticas de esta manera podrían hacernos creer un mundo aún mejor, que el que nos dibujaron durante estos años. Pero yo creo que de lo que se trata, me parece a mí, cuando se ha perdido la brújula y se ha decidido a cualquier precio, tratar de que la escasa, cada vez más limitada información, que el Estado proporciona, se acomode a la realidad que alguien definió previamente que constituía el contenido del funcionamiento de la sociedad, entonces ocurren estas anomalías o estos estruendos que usted describe, que pueden incluir otras cosas, digamos, las contradicciones que surgen en estas condiciones son, no tanto contradicciones de la realidad, que siempre existen sino de la, el mal manejo de la información.
Periodista: Perdón Javier, Guillermo Ariza.
Javier Lindenboim: Sí Ariza.
Periodista: Lo interrumpo porque justo estaba diciendo el punto, mire, las contradicciones de la realidad, son las que nos interesan…
Javier Lindenboim: Bueno…
Periodista: Más allá de que, las contradicciones de las leyes y de los funcionarios y de los indicadores también, obviamente. Yo quisiera que usted me aclarara a mí y a los oyentes, las proporciones del empleo de lo que se llama la población económicamente activa en Argentina ¿Cuántos tenemos en el empleo protegido, cuántos tenemos en el empleo negro, ese que crece al 40% datos que me han dejado espantadísimo, cuántos ahí, cuántos cuentapropistas y cuántos abajo del agua sin trabajo fijo, eventuales changas o que directamente no buscan trabajo. Por qué una persona de 20 años que no busca trabajo, no está registrado como un desocupado, es una cosa tremenda.
Javier Lindenboim: Bueno, empiezo por esto último, una persona que no busca trabajo, si no busca trabajo para las estadísticas aquí y en cualquier lado, es un inactivo y por lo tanto no es un desocupado.
Periodista: Entonces incorpóreme los inactivos al análisis, por favor.
Javier Lindenboim: Bueno, los grandes agrupamientos corresponden, primero hay que eliminar de la cuenta general de la población a los menores de 14 años, que por definición y legalmente no pueden integrar la fuerza laboral. Y luego el otro componente, está integrado por los activos que a su vez se componen de los ocupados propiamente tales y los que buscan trabajo, dicen las definiciones de las estadísticas, activamente en el periodo de referencia, que antes era una semana y luego se extendió al último mes. Todo eso compone la población activa. Dentro de los ocupados hay aproximadamente, 3 de cada 4 de los ocupados son asalariados y dentro de los asalariados, un tercio de éstos son los asalariados que no están protegidos, dicho de otra manera, de cada 4 integrantes de los ocupados, hay uno que es un asalariado en negro.
Periodista Ahí no están los cuentapropistas.
Javier Lindenboim: Justamente porque no es asalariado, es cuentapropista porque no es asalariado. Los cuentapropistas, el paquetito integrado por cuentapropistas, patrones y familiares sin remuneración, es el conjunto que integra ese 25% restante, cuando dije 3 de cada 4 son asalariados, los otros son: principalmente cuentapropistas, algunos son definidos estadísticamente como patrones y un porcentaje de un par de puntos más o menos, son familiares sin remuneración fija. En este paquete de 25%, hay estudiosos que procuran distinguir aquellos que son parecidos a los precarios, en el sentido de que no tienen una articulación con el mundo de la legalidad activo, y a estos que pueden ser los changuistas que uno suele llamar al domicilio para realizar alguna reparación…
Periodista: Que no es un cuentapropista, es un eventual.
Javier Lindenboim: Bueno, desde el punto de vista de la definición de cuentapropista, no sé al menos que le demos otra interpretación, la categoría cuenta propia se usa cuando una persona desempeña una tarea para varias personas y no para un único patrón.
Periodista: Un plomero.
Javier Lindenboim: Por eso, entonces es un cuentapropista, a menos que sea un empleado de una empresa que se dedique a hacer eso, por lo tanto sería un asalariado, que puede estar en blanco o pude estar en negro. Pero digo, la tarea en sí mismo, no predefine el rol ¿verdad? Entonces dentro de los cuentapropistas, que de ese 25% que yo dije antes, suelen ser el 18 aproximadamente, hay una porción importante que, tienen una irregular vinculación irregular en un doble sentido, a lo mejor es esto lo que usted decía por eventualidad, que no tiene trabajo permanente.
Periodista: Exactamente.
Javier Lindenboim: Pero que habitualmente, esta imbuido de una negrura en el desempeño de su actividad importante, entonces hay estudios que qué hacen? suman a los asalariados desprotegidos a esta porción y hacen entonces esta cuenta, que en ese caso, cuando hacen esta operación, pasan de llamarlos precarios a llamarlos informales y dicen estamos por encima del 40% o del 50% en empleo informal dentro de la masa total de los activos.
Periodista: Lo dejo en libertad, pero qué curioso ¿no? fíjese y lo integran en eso de los informales con lo cual, de alguna manera blanquean esa negrura, que me impactó mucho, porque suele coincidir con el color de la piel además.
Javier Lindenboim: No con… a ver, por lo menos cuando yo lo mencioné, no dije que había una intencionalidad aviesa en esta conjunción, desde mi punto de vista, son categorías que no le hace bien mezclarlas porque entonces entendemos poco, yo creo, que la relación capital trabajo, que uno llama relación en negro, etc., está en un contexto y el trabajo autónomo tiene una naturaleza distinta que debiéramos analizarlo, interpretarlo, etc., con instrumentos, con herramientas y con políticas diferentes.
Periodista Javier Lindenboim, nuevamente Yanco.
Javier Lindenboim: Sí, Yanco.
Periodista: ¿Tiene ganas de jugar un rato?
Javier Lindenboim: Con todo gusto, me encanta.
Periodista: Vamos a jugar un ratito.
Javier Lindenboim: A ver…
Periodista Luis Rappoport asume la presidencia de la Argentina.
Javier Lindenboim: Aja…
Periodista: Aja dijo, usted no dijo uhhh…
Javier Lindenboim: Y, porque es un amigo, me gusta.
Periodista: Luis Rappoport asume la presidencia de la Argentina y le dice a usted, a Lindenboim, te propongo, que seas Ministro de Trabajo o Ministro de Economía y que te aboques a este tema, que estamos planteando del mercado laboral y del empleo. Primera, pregunta ¿por cuál de los dos Ministerios opta y segundo, qué hace? Pero se lo pidió Rappaport ¿eh? algo tiene que hacer…
Javier Lindenboim: Yo creía que era un amigo, ahora ya lo estoy dudando. A ver, en el juego déjenme hacer esta propuesta y es, me parece que la vocación que uno puede tener por uno u otro ámbito en que está, en el caso de Argentina, dividida la gestión, atiende a cometidos efectivamente muy diferentes. Desde mi punto de vista, no porque yo me crea con capacidad para ello, a mi me parece que, lo importante para esto, no es solo, yo diría, no es tanto, la gestión del Ministerio de Trabajo, que sí creo que es muy importante, sino la definición de una estrategia económica, que puede estar en cabeza del Ministro de Economía, pero debiera estar en cabeza, en este caso de Luis Rappaport, que tendría que, establecer las orientaciones generales de qué tipo de país necesitamos tener y por lo tanto, qué tipos de política económica, efectivamente contribuye, cosa que yo reconozco que él insiste a menudo a, incrementar la capacidad de producción, pero incrementar la capacidad de producción sobre bases crecientemente productivas, si vale…
Periodista: Él nos recuerda, Luis nos recuerda todo el tiempo, que el mundo contemporáneo produce cada vez más y es cada vez más productivo y genera menos empleo.
Javier Lindenboim: Pero la cuestión me parece… a ver, esa contradicción es permanente, creo que, no sé si en otra sociedad, pero en el capitalismo es inevitable porque efectivamente el capital, busca por múltiples razones incrementar la capacidad de producción, la sociedad demanda cada vez más bienes y servicios para tener a su alcance y esto, entre otras cosas, implica, requiere, obliga, a generar ahorro relativo de la fuerza de trabajo utilizada. Pero la dinámica, me parece, está en un doble juego, en cómo hacemos que el ritmo de mejoramiento de la productividad, no vaya en detrimento del consumo efectivo de la población. Y esto, creo, que nos lleva a un terreno, que no siempre se lo pone junto con esto, que es el de la distribución. Nosotros no podemos imaginar instancias separadas entre el mundo de la producción y el mundo de la distribución o como algunos decimos, el de la apropiación de la riqueza que se generó. Entonces, el debate que, si uno recuerda, en los 90 ¿cuando se discutió el tema de la productividad? cuando en el menemismo, lo que se quería era condicionar los acuerdos salariales a los así llamados acuerdos de productividad, que terminaron en nada, porque los sindicatos encontraron la vuelta para no decir que no, pero hacerlos inviable y terminó la propuesta en la nada, que estaba pensada no para este propósito sino solamente para contener la demanda salarial. Creo que, algunos vinimos diciendo cuando tuvimos el comienzo de esta época de bonanza en el siglo XXI, que era necesario discutir el tema de la productividad y el tema de la distribución de los beneficios de la productividad, cuando las vacas estaban engordando, ahora nuevamente, es cada vez más difícil, pero es igualmente imprescindible la discusión.
Periodista: Javier, la última, me toca cerrar, Damian Toschi.
Javier Lindenboim: Sí, perdón, yo me entusiasmo y no paro de hablar.
Periodista: No, pero además quédate tranquilo que yo no voy a ser presidente, así que estás a salvo, estás liberado de tu condición de ministro también.
Javier Lindenboim: Ah, bueno.
Periodista: Jugando con lo que preguntó Yanco, con Rappoport de presidente y usted de ministro ¿vamos a saber cuántos pobres hay en Argentina?
Periodista: Eso seguro, porque los dos tenemos una convicción muy fuerte y un compromiso muy fuerte con las estadísticas públicas y con la verdad.
Javier Lindenboim: Exactamente, exactamente.
Periodista: Gracias profesor.
Javier Lindenboim: No, al contrario, un placer estar con ustedes.