Qué pasa hoy con el empleo en Argentina y fuera de sus fronteras

Entrevista de Guillermo Ariza y Guillermo Yanco sobre la situación del empleo y su encuadre en el contexto mundial de cambios que impactan sobre la demanda ocupacional. Radio Ciudad, AM 1110, 25-3-2017

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DESGRABACION 

GA- Javier Lindenboim, especialista en temas de empleo. ¿Cómo le va Javier?

JL- Hola, qué tal, cómo andan ustedes. Buenas tardes.

GA- Usted… es un columnista acá… Usted sabe que en este programa somos miembros del Club Político Argentino pero reconocemos la inteligencia y la capacidad porque no hemos logrado meterlo a usted pero seguimos llamando. Bueno, pero bromas aparte. ¿Cómo está la situación del empleo, el gran problema de la Argentina, la gente que está en la inserción real, en la estructura, en el intercambio de bienes,  de trabajo?, ¿cómo estamos, cómo lo ve, sin cambios, con cambios?

JL- Mi opinión es que estamos atravesando espero que el final de un período de varios años de complicaciones en el mercado de trabajo derivado del hecho que la demanda laboral a mi juicio no puede ser de otra manera que una demanda dependiente del nivel y ritmo de la actividad económica y esto en los últimos años en Argentina se ha visto bastante comprometido y encima el año pasado con una disminución del nivel de actividad importante que complicó aún más el problema. Los números disponibles que no son demasiados después de diez años de destrucción de las estadísticas públicas en Argentina, dan alguna imagen esperanzadora en ese sentido. Primero, los números disponibles son solamente los que corresponden al empleo registrado formalmente y sean estos empleos de asalariados (de asalariados privados, asalariados públicos o asalariados domésticos) o lo que se llama en la jerga independientes, que pueden ser autónomos, monotributistas, etc… esto tuvo un comportamiento en el año 2016 muy dispar; en la primera parte un deterioro muy grande, se perdieron alrededor de cien mil puestos de trabajo pero en la segunda parte hubo una creación importante de puestos de trabajo que terminaron en un balance del conjunto de las posiciones ocupacionales positivo pero sigue siendo negativo en el componente de asalariados del sector privado, alrededor de cuarenta mil asalariados privados en diciembre último había menos que un año atrás. Este es un panorama cuantitativo muy general. Ahora, a esto hay que sumarle la capacidad de compra de los ingresos laborales, sea de los asalariados como de los no asalariados, y en esto nos metemos en un problema que para la Argentina no es nuevo que es la cuestión inflacionaria y el efecto erosivo que esto produce sobre los ingresos fijos o relativamente fijos. Y entonces creo yo que en este momento la situación es dura en materia de volumen de empleo pero más preocupante en materia de ingresos correspondientes a los empleos, no sé si se entiende el punto…

GA- Montos del salario digamos, montos del salario y capacidad de compra…

JL- Exacto, tomando el salario para los que son asalariados y el monto de los ingresos para los sectores llamados autónomos, etc., que son una parte no marginal del conjunto de los ocupados.

GA- Javier, estamos acá con Guillermo Yanco, quien le habla es Guillermo Ariza, lo quiero llevar a un tema específico porque todos sabemos que el segundo semestre tardó en llegar pero de todas maneras hubo una reacción del campo porque ahí la reacción es la siembra y el movimiento y me dicen que en la Pampa Gringa, por ejemplo, se nota mucho este movimiento… ¿esto qué incidencia tiene en el sector agrícola y todo lo que mueven, transporte, camiones?

JL- Es difícil verlo en materia de empleo porque la clasificación que se dispone es una clasificación que deriva de la ubicación que se autoasignan las empresas que ocupan al personal, estoy hablando del sector asalariado privado, del resto de las categorías no hay discriminación sectorial…

GA- O sea que hay que afinar la estadística porque esto necesitamos saberlo ¿no?

JL- Sí, por supuesto. Eso no tengo ninguna duda, por eso estamos todos expectantes de que continúe la aparición de las encuestas de hogares que es una herramienta que históricamente sirvió para ver más detalladamente la composición en distintos aspectos de la población de Argentina y uno de ellos muy relevante en materia socio-ocupacional, pero de lo que hay que es del empleo asalariado privado, ahí se nota que uno de los sectores con dinamismo en el año 2016 en el sentido de que su saldo fue positivo y no negativo como el conjunto de los asalariados privados, es el del empleo del sector agropecuario pero hasta ahí puedo decir porque es probable – como usted dice – que los encadenamientos productivos hayan incidido a favor de otras ramas pero eso no está en condiciones de ser provisto por las estadísticas que dicen a qué rama pertenece,  la empresa y nada más.

GY- Javier Lindenboim, Guillermo Yanco le habla.

JL- Qué tal Guillermo, cómo le va.

GY- Gracias por atendernos.

JL- Por favor…

GY- La pregunta de Guillermo Ariza fue al nudo de la cuestión que es la Argentina, el análisis que usted hace sobre el tema de Argentina. Ahora, hace unos días yo estuve … tuve la posibilidad de estar con un grupo de jóvenes de la Universidad de Johns Hopkins en Estados Unidos acompañados de un docente y están estudiando relaciones internacionales. En el análisis común que hicimos en nuestras conversaciones, apareció  el análisis que se hace en relación a cómo está hoy el mundo en relación a la cuestión del trabajo y a mí se me ocurrió citar el tema: jóvenes, ustedes qué están pensando respecto al trabajo en función de lo que se presume va a ser la robótica en muy poco tiempo… Por ejemplo México tiene un 52% de ocupaciones problemáticas del trabajo debido a la robótica. La pregunta que yo le hago es; ¿cómo se analiza la situación individual de cada país en función de un aumento poblacional o un aumento de la población en edad a través de lo que significa la mejor ciencia? Y en función de la robótica, los seres humanos, nosotros vamos a tener que dedicarnos a lo que alguien llamó en algún momento la sociedad del ocio fomentar ese tipo de sociedad…

JL- Probablemente sea una de las perspectivas pero en ningún caso, ninguna de las opciones que puedan aparecer según mi punto de vista, sería de naturaleza excluyente. Déjeme primero hacer un comentario que no es para esquivar el bulto pero creo que vale la pena. Cuando en el siglo XIX hubo grandes oposiciones a la incorporación de tecnología a la producción industrial, en particular en materia textil, se gestaron muchos movimientos de oposición a eso, de parte del sector trabajador…

GY- Destruían los telares…

JL- Exactamente, recordados como los movimientos ludistas, etc., que sentían para la época una preocupación que yo la imagino equivalente a esta que estamos considerando en este momento. Como es obvio, no sólo no desapareció el trabajo directo aplicado a la producción sino que creció enormemente como las cifras lo indican porque aumentó la población y también aumentó la tasa de actividad de la población. Ese pedazo de la respuesta mía podría hacerme ubicar en una mirada ingenua u optimista barata pero creo que es una parte de la cuestión que hay que considerar en términos de dos cosas; por un lado que todo progreso tecnológico necesariamente trae aparejado alguna destrucción de una porción del trabajo creador humano, y alguna o algunas otras creaciones de nuevas actividades económicas que serán distintas de las previas y que nadie puede predecir si en volumen de demanda ocupacional va a ser igual, menor o mayor, por un lado. Por otro lado me parece que esta puesta en cuestión, el problema puesto así sobre la mesa, es posible que sea una buena oportunidad para poner en debate cómo funciona el capitalismo en el siglo XIX, XX o XXI en qué sentido, es lícito o no pensar que probablemente el reparto entre capital y trabajo del fruto de la creación colectiva pueda hacerse de modo tal que haya menos demanda en volumen total de trabajo, pero no dejando afuera a más gente sino haciendo que la gente que se mantiene en el proceso productivo, lo hace en menos tiempo usando parte de él para el ocio que usted mencionaba hace un rato.

GY- Bien…

JL- Pero eso está no en manos de una resolución mágica sino de una puesta en disputa de elementos esenciales que hacen al funcionamiento – creo yo – de nuestra sociedad moderna y que debería ser parte de la discusión, así como creo que debe ser parte de la discusión la licitud o no de que las mejoras tecnológicas queden, como habitualmente ocurre, en manos del empresario y en cambio se discuta en alguna medida, que parte de esa mejora de productividad tenga que ser necesariamente transferida al sector del trabajo, no en su totalidad porque si no, no habría dentro del capitalismo incentivo a la inversión…

GY- Javier…

JL- Sí.

GY- Nos quedan dos minutos de programa, viene el corte. Yo quería preguntarle, está claro que ese es el mundo del futuro, el mundo entero, nadie va a zafar de eso pero en la transición, con los problemas específicos de la Argentina, ¿usted elegiría una política de transición de pocos años, de empleo bruto digamos, de ir a cavar las cloacas, de ir a hacer las rutas, de una transición barrosa le llamo yo, que implique salir de esta desocupación estructural brutal que tenemos?

JL- A ver, en el poco tiempo que tenemos yo diría dos cosas. Primero; esta actividad barrosa que usted mencionaba a mí me hace acordar a lo que propone Daniel Arroyo, que él dice que hay que generar demanda de empleo de pico y pala, que más o menos se refiere a eso, y yo no creo que esté mal, como coincido con lo que yo implico de su comentario, que usted lo mira críticamente, coincido en pensar que eso puede ayudar a resolver un problema extremadamente transitorio y no más que eso porque entonces estaríamos en un problema global de baja de la productividad de la economía total y entonces todos perderíamos.

GY- Está, podemos retroceder por supuesto…

JL- En un punto podemos, sin duda, podemos retroceder porque el mundo sigue avanzando productivamente y nosotros, si nos quedamos atrás, estamos en complicaciones, pero me parece que la discusión debiera ser si es posible, Argentina esto no es un buen ámbito para eso, si uno lograra que los actores sociales importantes encontraran algún punto en común del horizonte de llegada, en ese contexto creo yo que es mucho más fácil acordar los mecanismos de tránsito, si sólo se plantean las cuestiones del tránsito, vamos a seguir como hasta ahora, que en las últimas décadas apuntábamos a resolver lo que teníamos delante de las narices y lo que nos importaba cada vez estaba más lejos…

GY- … muy válida pero lamentablemente tenemos que seguirlo otro día.

JL- Bueno, va a ser un gusto…

GY- Lo que acaba de decir es que necesitamos objetivos para seguir con la transición. Bueno, muchas gracias.

JL- Al contrario.

GY- Gracias Javier.

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Notas de JL

Economista; abuelo de tres hermosuras: Luli, Tini y Tomi; en fútbol sigo a San Lorenzo de Almagro. Sufriente admirador de Buenos Aires.